jueves, 17 de enero de 2008

Futuro...

A veces me imagino cómo podría ser poner la palabra FUTURO en Google…

Resultados 1 - 6 de aproximadamente 65,400,000 de futuro

1- La definición propuesta en Wikipedia: según la concepción lineal del tiempo que tienen los seres humanos, el futuro es la porción de la línea temporal que todavía no ha sucedido. Según la concepción contemporánea, el futuro es ahora, ya hemos llegado.

2- La portada del País.com: los acontecimientos más destacados del futuro. Cárgate de valor para lanzarte al vacío de lo que le espera a este mundo.

3- Consulta tu futuro en la bola de cristal: tu propio porvenir, ¿conseguirás ser escritora?, ¿qué ciudad escogerás para vivir?, ¿y para morir?, ¿cómo se llamarán tus hijos?, porque…¿los tendrás?, ¿con él?, ¿quién es el él al que te refieres?, quieres ver a tus compañeros de camino…uno, dos, tres…¿dónde está tal o cual amigo? Ai madre, ¿por qué no sale?, ¿lo sabes?

4- Cómo cambiar tu futuro: subastas de remedios caseros y hechizos de segunda mano en ebay.

5- Un futuro sin zanahorias: las tesis de diversos biólogos e ingenieros agrónomos sobre el por qué de la desaparición de tan preciada hortaliza.

6- El futuro del futuro: lo que ocurre cuando perecemos y el futuro ya es nuestro.
Image by Erica il Cane

Flotando

Soy un mensaje en una burbuja, la única entre las de su especie que no cumple el pleonasmo, no subo hacia arriba, no llego a la superficie para luego explotar de gusto, no gusto, ni subo, ni sales ni especias.
Mi mensaje en realidad no está apenas encriptado, no requiere de confirmaciones, ni de segundas opiniones. Mi mensaje es simple como una respuesta pero como no llego, no estallo y nadie se toma la molestia de fingir que me oye, ¡Pum!, estallido de gracia que calla las palabras encalladas…
No soy más que una respuesta a una pregunta pero como nadie se fía, aquí me quedo, sentada en mi burbuja sin subir ni bajar, esperando a que al menos la marea me maree entre océanos, suplicando que un pez gordo me engulla de repente un día de éstos.
Image by Moki

miércoles, 16 de enero de 2008

Cosecha de nueces hendidas

Que no, que ya sé que nadie es perfecto y que es muy difícil encontrar asiento libre en la línea verde que lleva a la valentía moderada…pero es que a veces, a veces cogería un mazo y me pondría a cascar nueces a lo bruto hasta impartir algo de justicia entre los humanos de cabeza seca…
Pero es que no se puede ser tan cobarde como para expulsar críticas sañudas a los que sabes mejores que tú. No es más valiente reprochar que asumir, de ninguna de las maneras. No me valen los iluminados que todo lo saben, que todo lo mejoran y que al llegar a casa lanzan dardos sobre tus narices para que no llegues a saber nunca, para que no mejores más que ellos, menudo miedo de que conozcas demasiadas debilidades… Buuu… Soy un fantasma…

Y es que también hay que ponerle cojones para decir la verdad de un modo educado, no es más valiente el que declara sin decoro. Y basta ya de los que van de sinceros y se escudan en ello para soltar barbaridades. Porque eso no es ser bueno, es ser pérfido y albergar muy poco amor por las nuececillas que intentan superarse.

Y para finalizar, algo que por personal no es menos sentido: no se puede ser tan cobarde como para forrar tus libros con papel de regalo para que no se arruguen las tapas blandas de tu nueva adquisición de bolsillo. Hay que ponerle cojones, hombre, los libros hay que vivirlos, olerlos y palparlos. ¡Qué de escudos y vergüenzas!, más vale perder la batalla con honor que limpiar en casa las lunas manchadas de un barro ajeno.

Mary, eres la mejor.

domingo, 13 de enero de 2008

Funciones, nuevos enfoques

“Sin embargo, es fácil de comprender. El problema está en que los hijos se creen lo que dicen los adultos y, una vez adultos a su vez, se vengan engañando a sus propios hijos. "La vida tiene un sentido que los adultos conocen" es la mentira universal que todos creen por obligación. Cuando, una vez adulto, uno comprende que no es cierto, ya es demasiado tarde. El misterio permanece intacto, pero hace tiempo que se ha malgastado en actividades estúpidas toda la energía disponible. Ya no le queda a uno más que anestesiarse como puede tratando de enmascarar el hecho de que no encuentra ningún sentido a la vida, y engaña a sus propios hijos para intentar convencerse mejor a sí mismo.
De entre las personas que frecuenta mi familia, todas han seguido el mismo camino: una juventud dedicada a tratar de rentabilizar la propia inteligencia, a exprimir como un limón el filón de los estudios y a asegurarse una posición de elite; y luego toda una vida dedicada a preguntarse con estupefacción por qué tales esperanzas han dados como fruto una existencia tan vana. La gente cree ansiar y perseguir estrellas, pero termina como peces de colores en una pecera. Me pregunto si no sería más sencillo enseñarles s los niños desde el principio que la vida es absurda. Ello le robaría algunos buenos momentos a la infancia, pero permitiría que el adulto ganara un tiempo considerable (por no hablar de que uno se ahorraría al menos un trauma: el de la pecera).”

“Sí, el universo conspira a la vacuidad, las almas perdidas lloran la belleza, la insignificancia nos rodea. Entonces, tomemos una taza de té. Se hace el silencio, fuera se oye soplar el viento, crujen las hojas de otoño y levantan el vuelo, el gato duerme bañado en una cálida luz. Y, en cada sorbo, el tiempo se sublima.”


Citas de La elegancia del erizo, de Muriel Barbery.

Sin duda, las rodillas me vibran más con la opinión de la segunda, aunque esto no signifique que la primera tenga menos razón, claro. ¿Por qué no pensar en la belleza como el fin mismo de nuestra existencia? Cuando mis sobrinas explotan de risa y tienen que taparse la cara con un cojín para seguir soplando vida, de repente todo ha merecido tanto la pena. A lo mejor la vida no tiene un sentido profundo más allá de lo bonito, de los buenos momentos, de las ganas de emocionarse y seguir soñando que todo es posible.
De verdad, este libro es maravilloso.

miércoles, 9 de enero de 2008

+ Nueva Entrada

Casi un mes sin escribir nada, ni aquí ni en ninguna parte (bueno, alguna que otra lista de la compra y de quehaceres a las que soy adicta, algunos mails puramente pragmáticos de quedamos a las cinco esquina Válgame Dios y, claro, mensajes de Feliz Año, te quiero tanto que se me escapan los meses), vamos, cero literatura.
Me gusta pensar que como mínimo he aprovechado igualmente el tiempo nutriéndome de palabras ajenas y comida casera, pero la verdad es que la falta de práctica me atrofia. Los reflejos se ralentizan y el catalán se mezcla con el castellano que parece pura argamasa, tan difícil como distinguir la nata líquida en el puré de patatas.
Eso sí, he leído cosas maravillosas, de esas que no puedes dejar de releer una y otra vez, de esas que subrayas hasta dejar el libro gris marengo y después te de vergüenza dejárselo a tu compañera de piso que te lo pide porque hablas de él incluso cuando te lavas los dientes, de esas que copias en tu blog porque la sabiduría sacia más que el turrón de jijona y hay que compartirla o uno está condenado al empacho.
Image by Cristoph Schmidberger