
Ni Cristos ni cristales, ni espejos ni espejismos; sólo un par de ojos de un alguien otro que te escrutan y te protegen.
Hace unos días recibí un mail de una desconocida. Me contaba que hará cosa de un año se sirvió de mis letras para leérselas a su hermana, que además se llamaba como yo, mientras ésta estaba en cama luchando contra una enfermedad. “Tus cuentos y relatos han sido como un tesoro y gran aliado para mí”, me decía.
Ya ves, una Elena anónima, otra yo dispersa en este universo enano hecho de ladrillo y coincidencia. Alguien a quien mirar a los ojos, alguien que te mira y vela por que existas.
Dejé de existir un rato, pero gracias a tu mirada hoy cobro de nuevo vida.
La foto está tomada en el bosque de Oma.
Comparto copyright con D http://www.flickr.com/photos/merydiano/
(sí, sí, lo juro, le dimos al clic a la vez)
5 comentarios:
BIENVENIDA
NO DEJES DE ESCRIBIR JAMAS.
UNA VEZ MAS ESTOY EMOCIONADA CON TUS PALABRAS.
SORAYA,
(HERMANA DE ELENA)
e de vuelta y con las palabras más cargadas que nunca... causalidades de la vida!
Te quiero, pequeña
MUUUA!!!
Que bonito Zipi!!!
Carla
No es verdad, la foto es tuya, el momento de los dos.
Y qué notición para todos que vuelvas a escribir.
No pares, sigue, sigue!!
Qué foto más chula..
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